2. TFM profesionalizador
En su vertiente del itinerario profesionalizador, el TFM tiene una orientación clínica y consiste en la elaboración de un plan de intervención personalizado para una persona o grupo que presente problemas neuropsicológicos.
La propuesta de intervención será específica y debe estar basada en:
- La revisión de la literatura en relación con la patología o alteración neuropsicológica en la que se va a basar la intervención. Se deberán revisar tanto aspectos relacionados con el curso de la patología, como intervenciones científicamente validadas.
- Una evaluación neuropsicológica específica del caso.
- El informe derivado de dicha evaluación, que incluirá las características del caso que se va a tratar.
La intervención puede ir dirigida a una persona (o grupo) real con la que el o la estudiante tenga contacto (en el centro de prácticas, en la actividad profesional, etc.) o bien puede ir dirigida a un caso ficticio. Los casos ficticios pueden ser completamente inventados por la persona que realiza el trabajo, pueden basarse en personajes de ficción, personajes históricos o incluso pueden tomar parte de las características de un caso o varios casos reales, y completar la información con casos ficticios.
Importante: en el itinerario profesionalizador, el trabajo consiste en el planteamiento de un plan de intervención. No se espera que la persona que realiza el trabajo lleve a cabo dicha intervención, ya que en la gran mayoría de los casos será inviable en términos temporales.
Quién debe realizar el TFM profesionalizador:
- Todas aquellas personas que hayan cursado las asignaturas optativas del itinerario profesionalizador (Evaluación neuropsicológica y elaboración de informes, Neuropsicología de la atención, la memoria y las funciones ejecutivas).
- Todas aquellas personas que quieran dedicarse a la práctica clínica en neuropsicología.
- Todas aquellas personas interesadas en profundizar en sus conocimientos sobre evaluación neuropsicológica y elaboración de programas de intervención.